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Con su encantador barrio medieval recorrido por canales y calles cubiertas con arcos y puentes, la llamada Venecia de los Alpes, sobrenombre que se le da a la ciudad alpina de Annecy, es un destino obligado para todos aquellos viajeros que deseen descubrir la belleza de un entorno incomparable. Enclavada entre montañas nevadas y el cristalino lago que le da nombre y que se extiende al sur de la ciudad, Annecy está situada en la encrucijada formada por las fronteras entre Francia, Italia y Suiza, condición que ha dado forma desde siempre a su carácter e historia. El lago Annecy, en el que nace el canal Thiou que atraviesa el casco viejo de la localidad, es el centro de un bello paisaje con el macizo del Semnoz al fondo, cubierto con un denso bosque.

Tras la expulsión de los condes de Ginebra de la ciudad helvética, Annecy pasa a ser la capital del condado y más tarde, con la desaparición de la Casa de Ginebra, el territorio pasó a formar parte de los dominios de la Casa de Saboya. Cuando en el siglo XVI el calvinismo se asienta en Ginebra son expulsados tanto el obispo como las demás personalidades religiosas, convirtiéndose la ciudad de Annecy en el refugio en el que durante largos años estuvo establecido el obispado.

Annecy invita a caminar por sus calles, a pasear por su barrio medieval, el Viejo Annecy, atravesado por canales. Es ideal recorrer este pequeño casco antiguo y visitar sus animados mercados y sus calles repletas de boutiques, restaurantes y galerías de arte, siempre con un animado ambiente reinante. Es ineludible una visita al icono más representativo de la ciudad, el Palacio de L’Isle, una prisión del siglo XII que hoy en día acoge un museo de historia local. Otro de los monumentos destacables es el Château d’Annecy, histórica residencia del Conde de Ginebra, cuyas torres destacan sobre el perfil de la ciudad.

También cabe destacar como visita de interés la Catedral de San Pedro, un templo del siglo XVI en cuyo interior se conserva una gran cantidad de obras de arte de estilo barroco. Por último, el viajero también puede explorar los alrededores de Annecy y visitar lugares como el pueblecito ribereño de Talloires, con restaurantes de prestigio y sus románticos hoteles. En la orilla oeste del lago, se encuentra la macizo de Semnoz, desde cuya cumbre, la Crêt de Châtillon, se divisan magníficas panorámicas del Mont-Blanc.

Existen diversas formas de acceder a la ciudad de Annecy: En avión: la opción más recomendada para los pasajeros internacionales. Los aeropuertos más cercanos son: Ginebra (Genève-Cointrin), a tan solo 44 kilómetros de distancia, y Lyon-Saint Exupéry, a 126 kilómetros de distancia. En autobús: si viaja desde Ginebra, la compañía de autobuses Frossard ofrece un viaje de hora y media por 10,5 euros. Desde Lyon, la compañía Crolard comunica la ciudad con Albi por un precio en torno a los 33 euros y con un trayecto de dos horas de duración.

En tren: la compañía de trenes francesa pone a su disposición un tren de alta velocidad (TGV) que conecta París con Albi en 3 horas y 30 minutos. En coche: alquile un coche en una de las múltiples franquicias que existen en el mercado y programe su viaje a su medida. Para llegar a Annecy, es necesario coger la autopista A41 o la carretera general E712. Enlaces de interés: http://www.lacannecy.com/es/infos/oficina-de-turismo-.html http://www.france-voyage.com/francia-municipios/annecy-29711.htm