Reserve un hotel económico en La Rochelle

La Rochelle, más conocida en español como La Rochela, es una creciente ciudad marítima francesa. Esta ciudad debe su nombre a su localización. La localidad de La Rochelle se erige sobre un terreno relativamente rocoso, de ahí su nombre. Esta ciudad, equidistante entre el límite de Bretaña y del País Vasco francés, comenzó siendo un pequeño enclave pesquero en el siglo XX. Gracias a su privilegiada situación geográfica, La Rochelle pronto se desarrolló gracias al comercio internacional. Uno de sus puertos más importantes, La Pallice, sirvió como base submarinista para los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

Debido a su importancia geográfica y a la gran variedad de recursos que ofrece, La Rochelle fue la última ciudad francesa en ser liberada tras la guerra. A lo largo de su historia La Rochelle ha sabido mantenerse alejada de las influencias de París y otras grandes ciudades de Francia como Lyon o Burdeos. Por ello, esta ciudad ofrece un extraordinario entorno repleto de cultura e historia. El destino perfecto para una estancia relajante y muy pintoresca.

La Rochelle es una de las ciudades con más encanto del Atlántico francés. Su clima templado y la belleza de sus paisajes la convierten en uno de los destinos turísticos más interesantes de esta zona costera francesa. Esta villa marítima esconde muchos encantos, que no le dejarán indiferente. Si lo suyo es la Historia, podrá descubrir un sinfín de monumentos y edificios antiguos. La catedral de San Luis, del siglo XVIII, le ofrecerá las vistas de un bonito campanario y unas espectaculares vidrieras. No dude en acercarse al Claustro de las Damas Blancas (""Cloitre des Dames Blanches""), el lugar perfecto para disfrutar del silencio y sentir el recogimiento que aportan los conventos. La Rochelle también es una ciudad de torres, muy características de su ""skyline"" o silueta del municipio.

Pregunte a los lugareños y haga una foto de las más populares: la Tour de la Lanterne, la Tour de la Chaîne o la Tour de Saint Nicolas. Muy cerca de allí podrá descubrir la mágica Île-de-Ré, un enclave encantador en el que el sonido de las gaviotas, el olor de los pinos y los colores de sus casitas le cautivarán. Se trata del lugar perfecto para los amantes de la playa y del deporte: si le gusta el surf, la vela o montar en bicicleta, este es su lugar. Si lo suyo es la buena gastronomía, deleite su paladar en una de los ""bar à huîtres"" de la isla: restaurantes especializados en ostras con espectaculares vistas al mar. Además, aprenderá mucho sobre la ostricultura o la cría de las ostras. 

Es posible llegar a La Rochelle de diferentes maneras. Por coche, por tren desde París o en avión. Esta última es la vía más rápida y directa desde la mayoría de aeropuertos de Europa. El Aeropuerto La Rochelle se encuentra relativamente cerca de la ciudad y es accesible en coche, bus y taxi. Ya en La Rochelle, una de las mejores maneras de viajar es alquilando una bicicleta. La Rochelle ofrece diversos servicios de alquiler de bicicletas. No solo bicicletas individuales. También cuenta con la posibilidad de alquilar una bicicleta para 2, 4 e incluso 6 personas. Sin duda la manera más saludable y divertida de conocer esta extraordinaria ciudad y descubrir todas sus maravillas ocultas.

La Rochelle también ofrece otros modos de transporte más convencionales como el autobús, los taxis y el alquiler de coches. Existen múltiples compañías de alquiler de coches y muchos aparcamientos dentro de la ciudad lo que permite a sus visitantes moverse confortablemente en coche. Puede consultar toda la información sobre La Rochelle y descargar un plano de la ciudad a través de su página web oficial: http://www.larochelle-tourisme.com/